Síntomas del primer celo de una perrita

Cuando una perra experimenta su primer celo se considera que su organismo ya ha alcanzado la madurez sexual, lo que no implica necesariamente que la mascota esté lista para procrear, ya que la reproducción durante el primer celo suele ser una decisión precipitada.

Son diversas las características que acompañan al celo de la perra pero una de las más importantes es la receptividad sexual, es decir, cuando la perra se encuentre en celo aceptará ser montada por un macho y es imprescindible controlar este factor para evitar un embarazo no deseado.

¿Cuándo esperar el primer celo de mi perrita?

A lo largo de la convivencia con una perrita, el propietario podrá entender sin mayor esfuerzo todos los procesos y ciclos inherentes al celo en las perras, no obstante, si la perra no ha entrado en celo anteriormente, saber de forma aproximada cuándo se producirá el celo puede ayudar a la familia humana a advertir más fácilmente este momento.

No todas las perras tienen el primer celo en el mismo momento y esto dependerá principalmente del tamaño de la perra:

  • Las perras pequeñas tienen su primer celo entre los 6 y 12 meses.
  • Si la raza es mediana o grande el primer celo tiende a aparecer entre los 7 y 13 meses.
  • Para perras de raza gigante el primer celo puede retrasarse hasta los 24 meses, aunque es posible que aparezca a partir de los 16.

¿Por qué una perrita experimenta diversos síntomas ante su primer celo?

El celo de la perra se engloba dentro del ciclo estral, un ciclo principalmente dominado por dos hormonas: los estrógenos y la progesterona.

La variación en las concentraciones de estas hormonas es la responsable de que la perrita experimente diversos cambios, no solo a nivel físico sino también a nivel de comportamiento, aunque es muy importante que sepas que estas manifestaciones forman parte de un proceso fisiológico y natural, no siendo dañinas para tu mascota.

Generalmente el celo se da dos veces al año, aunque también se consideraría normal que una perra únicamente tuviera un celo anual.  Lo importante es que los celos sean siempre con la misma frecuencia, de lo contrario podríamos estar ante algún tipo de paología.La duración del celo oscila entre las 2 y 4 semanas y los distintos cambios que se producen podrán observarse durante este periodo.

Síntomas del primer celo de una perrita

Durante el primer celo de una perrita se observarán principalmente los siguientes síntomas:

  • Se produce la ovulación y el objetivo de la perra es reproducirse, por lo que estará receptiva ante cualquier macho que la quiera montar
  • Muestra un mayor interés hacia los perros macho durante sus paseos
  • El comportamiento cambia y la perrita se muestra más cariñosa y juguetona, puede reclamar de diversas formas una mayor atención por parte de su familia humana
  • La vulva de la perra se inflama y toma un color más oscuro, generalmente este síntoma se acompaña de un lamido insistente en esta zona
  • La perrita puede perder parte de su apetito y comer mucho menos durante su celo
  • Durante el celo las peritas tienen un sangrado que se observa en la vulva. Este sangrado puede ser casi imperceptible o ser muy abundante. Y su duración puede ir desde los 3-4 días hasta casi un mes de duración. Cada celo debería ser como lo anteriores, de lo contrario podríamos estar ante alguna patología.

Cuando el celo de la perrita puede ser patológico

¿Cómo saber que el primer celo de la perrita se desarrolla de una forma completamente saludable? Así como los síntomas mostrados anteriormente son normales, los que citaremos a continuación pueden indicar que algo no va bien:

  • Secreción vulvar blanca
  • Secreción vulvar amarillenta
  • Secreción vulvar verdosa
  • Fiebre
  • Vómitos
  • Inflamación de las mamas
  • Sangrado excesivo
  • Comportamiento obsesivo
  • Llanto continuo
  • Aumento notorio en la ingesta de agua

Si durante el primer celo de tu perrita observas estos síntomas es importante que acudas al veterinario con la mayor antelación posible, de esta forma se podrá descartar o confirmar la presencia de cualquier anomalía y tratarla a tiempo en el caso de que así fuera necesario.

En la Clínica Veterinaria Centro León le haremos una exploración completa, un análisis de sangre y una ecografía del útero para descartar una piómetra que es una infección del útero que aunque no muy frecuente tras el primer celo, podría ocurrir siendo ésta una patología grave que requiere una intervención quirúrgica.

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